Las personas y la realidad aumentada

La nueva normalidad ha incorporado la realidad aumentada en un gran número de actividades de diferentes sectores: turismo, educación, salud, entre otras. Las generaciones más jóvenes son las primeras en incorporarlas. Quienes comprenden esta situación comienzan su actividad de vinculación con una escucha activa de sus necesidades, que les permitirá generar una interacción y una buena conexión, para luego poder continuar con otras audiencias de interés o de mayor valor. Comprender las señales que envían las generaciones más jóvenes con la incorporación de nuevos hábitos o costumbres de uso es fundamental para poder definir que es una tendencia con serias posibilidades de perdurar en el tiempo.

En la utilización de la realidad aumentada, la generación Z (1995-2000) es quien marca su relevancia por su empleo frecuente, que han evidenciado un patrón o estándar de forma de uso y de la demanda de contenidos. Esto sin dudas brinda una serie de oportunidades para quienes decodifican esas necesidades y pueden ofrecer propuestas superadoras para esa audiencia en pleno crecimiento y que influye en los requerimientos que la herramienta debe ofrecer.

En ese sentido, observar a las personas que eligen es fundamental para entender la gran cantidad de posibilidades que nos ofrece la realidad aumentada y la revolución que está generando en la forma en que las personas se relacionan con el entorno que las rodea y con el mundo en general. Es por ello que se considera que en la segunda mitad de la década del 20 más del 70 por ciento de las personas que utilizan apps de comunicación y redes sociales incorporarán a su rutina la realidad aumentada.

Sin embargo, un problema a resolver es que existe una gran discrepancia entre lo que quieren las personas y aquello que consideran los espacios que estas necesitan. Una forma de revertir esta situación es incorporando la realidad aumentada en la solución de problemas o en dar repuestas o propuestas a intereses o necesidades de las personas que eligen.

Esta herramienta ofrece una gran variedad de opciones para mejor la calidad de vida e interactuar con distintos sectores (como la educación, el comercio, la salud, el entretenimiento y la política):desde optimizar sus experiencias diarias hasta mejorar su calidad de vida, siempre indagando en sus necesidades y procurando dar una respuesta o propuesta óptima y adecuada. Sin dudas, esta tecnología nos ofrece un océano de oportunidades para interactuar antes de elegir o votar un espacio político. Para quienes la utilizan habitualmente, se estima que alrededor del 80 por ciento lo hacen de esta manera.

En la diversidad de opciones que la realidad aumentada ofrece a las personas que la utilizan, se destacan la interacción que estas pueden vivir y experimentar en conferencias, conciertos o eventos (deportivos, políticos, etc.), con la particularidad que cada persona puede generar su vivencia y experiencia única. Las opciones son ilimitadas y dependen de la creatividad y la innovación que cada acontecimiento aporte.

En esta evolución constante, las personas están buscando nuevas prestaciones de la realidad aumentada, y los espacios políticos buscan ofrecer experiencias que le den la centralidad a la persona, que sean inmersivas y entretenidas, acciones que contribuyan a optimizar su rendimiento, aumentar la consideración y empatía y producir una cercanía que potencie un vínculo que perdure en la conciencia de la persona. Entonces, se puede señalar que la realidad aumentada es una tecnología que optimiza las posibilidades de fidelización de los individuos al espacio político, siempre y cuando se parta de una experiencia única y emocional.   

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